Nigel
Cuba
fue siempre un país en el que como en España
se enamoraba a través de los barrotes de las ventanas
y se salía bajo la supervisión estricta
de las "chaperonas";Llego entonces la Revolución
con sus cambios y transformaciones, la igualdad (bueno
al menos en los inicios)y aquellas concentraciones y marchas
que han marcado su historia de los últimos 40 años.
Vino la campaña de alfabetización, las maestras
"Makarenkas" y miles de jóvenes dejaron
sus hogares por los campos, sin apenas supervisión
adulta, solo refrenados(as) por las tradiciones.
Todo
lo viejo debía ser destruido para dar paso a "La
Patria Nueva" se beco a miles, por no decir ,decenas
de miles, de jóvenes campesinas en las ciudades,
en las casas que habían quedado vacías por
aquellos otros miles que tuvieron la lucidez suficiente
para saber lo que se les venia encima y se fueron del
país a tiempo (aunque los mas con una mano delante
y la otra atrás) sentando las bases de lo que hoy
es el exilo mas grande del mundo, y esas jovencitas dieron
a su vez inicio al mas grande boom de natalidad en la
historia de Cuba.
Allí
en esos años se cimentó el dicharacho cubano
de "Se templaba por ver la leche correr".
Era
con todos y contra todos, desde esa época en Cuba
hay solo dos formas de pasar el tiempo, -bebiendo y templando...
Ya
me imagino que hay quien se ha horrorizado por mi forma
de hablar, quieren la verdad, ahí la tienen, descarnada
y cruda.
Cuando
era más joven gustaba de andar en moto ,nos reuníamos
en un sitio llamado 23 y L, por la confluencia de esas
calles y parqueábamos las motos una al lado de
la otra a lo largo de la vía, había días
en que podías contar mas de 300,era un montón
de gente loca que se pasaba la vida en carreras y jodederas,
las muchachas iban a diario a ver con quien salían
ese día y el sitio estaba lleno de las gentes mas
extravagantes que he conocido: El Viejo, Puchi, Filamento,
Felo Peligro, El Mao, El Loco, Cara de Trapo, La Peruana,
Las Carairas (Eran dos rubias platinadas que gustaban
de salir juntas), Pepito Milesima, El Marinero, El Nene,…
había gente de todos tipos y colores, como por
ejemplo Martica Cuatrotiempos (le gustaban las motos de
4 Tiempos) a la que llamaban "La jefa de personal”
una muchacha mas bien alta, de buena figura (A pesar de
varios accidentes) y que había enterrado a 2 o
3 maridos (tenia suerte para que se le mataran) Ella era
capaz de manejar cualquier cosa, había que tener
cuidado, si te agarraba la moto se la llevaba a dar una
vuelta, le decían así porque si te interesaba
una chica, la ibas a ver y se lo decías, y ella
se ocupaba de traértela y sentarla tras de ti.
Nos íbamos en grupos de 2 o 3, o a veces hasta
de 15 o 20, a correr, a tomar un trago en la playa, y
tras el trago la bacanal, y cuando terminabas, pues generalmente
cambiabas de chica y seguías.
Eran
los tiempos en que una sonrisa a tiempo o un piropo divertido
eran la antesala de una noche de locura.
Fue
en esa época que algunas de las chicas empezaron
a salir con extranjeros, era una forma de conseguir una
buena botella para después
Las
cosas en Cuba se empezaron a poner difíciles con
la caída del Muro de Berlín, los cubanos
se emocionaron pensando que todo se iba a arreglar, pero
Castro apretó la llave de la comida y la cosa comenzó
a ponerse fea, el dólar se llego a pagar a 120
pesos/1 dólar y el dinero de los sueldos se esfumó,
muchas vieron como una salida cobrar al extranjero lo
que hacían de gratis con el cubano, y la bola se
corrió, el hambre era mucha, créeme había
HAMBRE, y las chicas que ayer lo hacían por diversión,
lo cambiaron a negocio, el negocio daba fruto abundante,
y otras siguieron el camino de lo que les ponía
la comida en la mesa, y los zapatos a sus hijos En esa
época ya yo había tomado la vida en serio,
pero conservaba la moto, así que a veces salía
tarde en la noche a recorrer las calles por donde los
tacones marcaban la espera.
Para
la vida nocturna en Cuba, las 12 ½ o la 1 AM es
realmente tarde, así que imitando (sin saber) a
Florentino Ariza paseaba despacio buscando aquellas palomas
nocturnas que no habían tenido suerte, les paraba
al lado y les decía:
-Hola
que tal, yo creo que a esta hora ya te quedaste, así
que porque no nos vamos a mi casa nos tomamos un trago
y conversamos.- Eso nunca me fallo,-vamos-, era la respuesta
infalible.
Siempre
me ha gustado conversar, hay algo en mi que desata las
lenguas e inspira confianza (Gracias a Dios que odio a
los Chivatos) así que las traía a casa,
les quitaba los zapatos, las sentaba en la cama, les ponía
un trago en la mano y las llevaba poco a poco a abrir
el corazón, hay algo extraño en la confianza
con que las gentes se abren a desconocidos, es como si
el saber que es probable jamás se vuelvan a ver
les da el valor para sacar los secretos mas profundos
y las historias mas espeluznantes, algunas te dejaban
un sabor amargo, otras solo tristeza, la necesidad, los
problemas, las esperanzas se derramaban gota a gota hasta
formar un mar de aguas grises, era como leer un libro
que hablara, y cree amigo, tras cada jinetera hay una
historia que muy raras veces da risa....Las mas .....es
mejor no hablar de eso.
Al
final acabábamos haciendo lo que imaginas, y nos
despedíamos como amigos, nunca volví a encontrar
la misma dos veces, quiero pensar que lo dejaron, pero
sé que es un camino difícil de echar a un
lado una vez que se comienza, por lo pronto les deseo
que hayan realizado su sueño, casarse con un extranjero
que las sacara de aquella isla surrealista en que un medico
vive peor que un carnicero.
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